Ayer un diario deportivo tituló de esta manera la serie de acontecimientos que sucede ahora en nuestro paradójico fútbol profesional. Nadie podrá negar que este deporte mueve pasiones en todos lados de nuestro país, sin embargo la cobertura mediática ha sido extraordinaria al lado de la crisis educativa que llevamos hace años viviendo, hace unas semanas se destapó otra vez el contubernio entre las editoriales y las escuelas privadas, otra vez muchas escuelas públicas iniciarán tarde sus clases debido a la serie de lluvias y huaycos que han dejado a las escuelas en mal estado, mientras una de las mejores universidades afronta un litigio apoyada en una vetusta legislación universitaria, parece que estamos en las mismas.
A estos problemas, relacionado con la educación universitaria se está pidiendo una moratoria para la creación de universidades, una barrera a la competencia que ataca un falso problema en la educación superior, como si las actuales universidades fueran buenas. Los padres y estudiantes necesitan mayor oferta, más variedad, mientras se cierra la apertura de nuevas universidades, al lado en Chile, Ecuador, Brasil o Bolivia las universidades empiezan a recibir a estudiantes peruanos. Mientras hay una moratoria, en los clasificados dominicales se empiezan a vender cursos de posgrados de otros países y dictados en centricos lugares limeños.
Una moratoria es una salida parcial a un problema general, en los cinco años que propone la ley, la educación universitaria cambiará drásticamente, en este lustro tal vez muchos de nosotros egresemos virtualmente de universidades de otros países, de otros sistemas universitarios más aptos a estas épocas.