Antes (hace más de 600 años) la biblia era algo difícil de encontrar y de leer, pero no sólo la biblia, sino cualquier texto era difícil o casi imposible de adquirir, el proceso era oneroso, porque suponía encargarle a un escribano la tarea de copiar palabra por palabra el texto completo, algo que aún hacemos en la vieja escuela universidad cuando el profe nos copia la clase en la pizarra. Hasta que apareció la imprenta y con ello una revolución cultural, que ha durado y puesto felices (o furiosos) a casi todo el mundo. Más 600 años han pasado desde que Gutenberg se obsesionara con el tema e hiciera su invento. Católico hasta los huesos, el buen Johannes no vivió para ver la reforma y la contrareforma, la quema nazi de libros o la censura comunista (lástima lo de Vigotsky), y es que desde los inicios de nuestra humanidad, el hombre siempre ha querido dejar testimonio de cosas, contar historias que se perennicen, la inmortalidad a través de la palabra simbolizada es un rasgo sólo humano. La imprenta de Gutenberg fue el mejor invento de todos para este propósito, y hasta hace unos pocos años, la base técnica para la publicación de millones de libros alrededor del planeta.
Hasta que se inventaron los bits.
La revista de REICE, la revista Iberoamericana de Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, es la revista española de Humanidades y Ciencias Sociales y Jurídicas que más criterios de calidad cumple según un estudio fruto de un convenio de colaboración entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), según el links que nos comparte Javier Murillo, esta revista es electrónica, su sustancia son los bits de información que se pueden iniciar, es cierto, en el lápiz y papel, pero que culmina en una combinación de ceros y unos por doquier.
Así como esta revista, se están produciendo sólo digitalmente cientos de publicaciones, novelas, informes, estudios internacionales, etc. y cuya calidad es juzgada con los mismos parámetros que las publicaciones impresas. si revisan la biblioteca de la UNESCO podrán encontrar una cantidad apreciable de estudios sobre el tema educativo que pueden ser útiles o no (en el fondo creo que no mucho). Asimismo, las publicaciones impresas tienen su correlato digital, como la revista de Psicología Educativa del Colegio de Psicólogos de Madrid.
Tengo en mi biblioteca personal digital cientos de libros y textos que siempre dejaba pendientes de lectura, ya que no tenía, ni el tiempo o dinero para imprimir, ni el espacio, ni el orden para archivar lo impreso. Casi siempre que imprimo o compro algo lo termino refundando por mi cuarto y pocas veces lo vuelvo a releer, la foto de al lado se parece en algo al desorden librístico de mi habitación, aunque no tengo tantos libros.
Hasta que llegó la tinta electrónica, término romántico para expresar la tecnología que permite la lectura de los libros electrónicos(ebooks), muy superior en resolución y de fácil lectura (no cansa) en comparación con de las pantallas planas de nuestras computadoras actuales.
Por ello tuve las ganas de comprarme un lector de ebooks (ereader). De esto, hace 4 meses y según percibo, ahora leo más novelas, informes y libros de interés que antes. No me arrepiento de la compra, es algo que casi siempre tengo a la mano, para leer en casa, en los buses o mientras espero en la cola del banco. Leer de este modo se ha vuelto una costumbre que tal vez atrape a más personas en un futuro cercano, pues ya la industria está preparándose para ello.
Nota: comprar libros es una maravilla y un relajo total, por lo que adoro pasar una tarde vagabundeando por las calles de Quilca a fin de encontrar algo interesante; o si estoy cerca, por el Ovalo Gutiérrez que tiene a su alrededor buenas y variadas librerías. Pero ahora, cuando encuentro una joya, casi de reflejo me hago la pregunta…. ¿Lo tendrán en digital?
Andale amigo, tu siempre con tus relatos interesantes! … hombre! y esa foto es la foto de tu biblioteca en tu cuarto! ta bien ah? si ya te decidiste por los ebooks, pues tienes para abrir tu tiendita, jeje…
tienes razón! eso siempre pasa, uno siempre se emociona con un libro y lo guarda, pero al final por flojera o por ver otras cosas simplemente no lo haces, no? por eso en mi caso, siempre hago como una especie de limpieza y boto lo que realmente no voy a volver a ver 😛
Saludos Julio!
Jaja! no, mi biblio no tiene tantos libros, pero si pienso comprarme otro librero porque ya no entra nada mas 😀
Bueno, yo casi no boto nada, soy cachivachero!