
La acreditación en la educación superior estadounidense ha funcionado históricamente como un pilar fundamental, no solo para asegurar un umbral de calidad académica, sino también, y de manera crucial, como una barrera contra la interferencia política directa en el currículo y la gestión universitaria. Este sistema descentralizado, basado en agencias privadas y autónomas, y a la que pueden revisar su historia en el siguiente libro: Acreditación in the USA: origins, developments and future prospects; ha contribuido a la diversidad y dinamismo, aunque a veces caótico, del panorama universitario estadounidense. Sin embargo, análisis recientes publicados en The Chronicle of Higher Education, como «How an Accreditation War Could Start» y «Accreditation Is Trump’s ‘Secret Weapon’,» alertan sobre una creciente y peligrosa tendencia: la politización de la acreditación como herramienta de control ideológico, sino el cambio en la forma de conocerla lo que puede generar una crisis en cascada a niven nacional e internacional.
El «Arma Secreta» y la amenaza a la autonomía de la acreditación
La idea de usar la acreditación como un «arma secreta», una frase atribuida al actual presidente Trump, revela una intención de convertir este centenario proceso de aseguramiento de calidad en un instrumento político. La lógica es simple pero directa: dado que la acreditación es la llave de acceso a los fondos federales de ayuda estudiantil (con millones de dólares en juego), controlar qué agencias son reconocidas y qué estándares imponen (o no imponen) permite ejercer una presión inmensa sobre las instituciones.
El cierre abrupto de la University of the Arts en Filadelfia, tras perder su acreditación y, con ello, el acceso a fondos federales, sirve como un recordatorio de la dependencia financiera ligada a este proceso. Lo que antes era una consecuencia de problemas financieros o de calidad, ahora podría convertirse en el resultado de un desacuerdo político o ideológico con la actual administración.
Los artículos detallan varias vías por las cuales esta politización podría materializarse:
- Intervención a agencias acreditadora Existentes: Se señala a agencias como SACSCOC (Southern Association of Colleges and Schools Commission on Colleges) como posibles objetivos, incluso bajo pretextos como supuestas posturas pro-DEI (diversidad, equidad, inclusividad), a pesar de la falta de evidencia, o supuestas fallas en la aplicación de estándares. La negación de la renovación del reconocimiento federal a una agencia importante es un golpe muy fuerte.
- Cambios en la regulación: Aunque existen leyes que limitan la interferencia federal en el currículo, estas podrían modificarse o sortearse. Se mencionan tácticas como invocar preocupaciones de seguridad nacional o utilizar regulaciones existentes (como la implementada por Betsy DeVos que obliga a los acreditadores a ceder ante creencias religiosas) para doblegar a las agencias.
- Fomento de agencias acreditadoras alternativas: La promoción de nuevas agencias con agendas ideológicas específicas, a menudo bajo el argumento falaz de romper un supuesto «cartel» (cuando ya existen más de 50 agencias reconocidas), busca diluir la influencia de los acreditadores tradicionales y ofrecer vías «amigables» para instituciones alineadas políticamente.
- Acciones a nivel estatal: Estados como Florida y Carolina del Norte ya han aprobado leyes que obligan a las instituciones públicas a cambiar de acreditador periódicamente, generando inestabilidad y abriendo la puerta a que las legislaturas estatales ejerzan mayor control sobre qué agencias operan en sus territorios.
Consecuencias
La inestabilidad y politización de la acreditación tendrían un impacto importante en la búsquedad de la calida y en e escenario de la acreditación norteamericana como la conocemos, lo mencionado en los artículos nos debe llamar la atención y estar atentos a los futuros cambios que se produzcan, como la actualización de estándares de calidad, o la creación de nuevas agenciasd de acreditación. O algo más importante a nivel de impacto, la creación de una agencia estatal de acreditación, una propuesta que se está escuchando mucho en las últimas semanas.
LInks:
Accreditation Is Trump’s ‘Secret Weapon’
How an Accreditation War Could Start
Bajo presión, la Junta de Acreditación de Psicología suspende los estándares de diversidad | | phillytrib.com
La acreditación está rota; ¿Se puede arreglar? | Instituto Cato