Ya se iniciaron las clases escolares en todo el país con la novedad de contar con el Colegio Mayor, esta improvisación iniciativa estatal (y que no figuraba en su plan de gobierno) se ha teñido de informalidad debido a las malas condiciones de infraestructura con las que inicia el año.
Alvaro Felipe en una interesante comparación con la enseñanza preuniveristaria (nivel de enseñanza informal que ha creado el mercado debido a la pésima gestión en el nivel secundario) relata sus puntos de vista y su preocupación al respecto de su proceso de admisión.
Susana Frisancho plantea sus dudas del proyecto en una sustentada posición psicopedagógica.
Personalmente no confío en el tema, debido a 2 cosas:
La primera es que no existen aún evidencias concluyentes que demuestren que la estrategia de exclusión hacia arriba logre mejores resultados a nivel educativo. Podríamos lograr (lo que dudo muchísimo) resultados pero el índice de desigualdad seguiría tan alto como siempre (la equidad es un indicador clave en los sistemas educativos).
La segunda es debido al proveedor del servicio, osea el Estado Peruano, creer que el mismo proveedor de mala calidad educativa para miles de peruanos, va a darnos un excelente servicio sólo por que cambian los estudiantes es algo difícil de creer. A la larga este Colegio Mayor replicará (a escala mayor) los vicios y taras que demuestra la administración educativa.
Estamos a un año de que acabe el gobierno y este a aplicado la misma estrategia que en economía: NADA. En economía funciona de maravillas, pero en los sectores sociales como Educación, hacer nada condena a generaciones de peruanos a seguir dependiendo de nuestro oro y plata proveniente de los cerros, lamentablemente eso no durará para siempre.