Acaba de fallecer Steve Jobs, un creativo que hizo del complejo mundo de la tecnología algo más sencillo de entender. Coincidió con el hallazgo de un imprescindible blog para todo que se llame psicólogo, uno dedicado a Liev Siemiónovich Vygotskiy o Lev Semiónovich Vygotsky o Лев Семёнович Выготский a secas.
Llamado por Toulmin «el Mozart de la psicología», llegó a la luz de Occidente 50 años después de su muerte, ya que fue censurado por el régimen comunista soviético.
Bueno, el blog es una traducción de varios artículos del y sobre el autor nacido en la ahora Bielorusia.
Uno de ellos fue escrito por su hija y detalla aspectos de su vida y anécdotas familiares muy sublimes, como aquella pregunta de la niña a su padre ¿papá hay un Dios? o el incidente con un cigarrillo.
Por mi parte, recuerdo haber leído su libro «pensamiento y lenguaje» en la facu (la vendían en la biblioteca de Educación a cinco soles), aunque pesado para un jóven de 19 años (que verguenza propia), también lo repasé con Lupe García en Psicología del Desarrollo; pero había cosas que no me cuadraban, primero los escasos libros sobre el tío en la facu, sólo uno o 2, eso sí muchos libros sobre él. Y la poca popularidad en comparación a Freud, Skinner, Maslow, Piaget o Wayne Dyer (agrrh).
Con el tiempo se ha vuelto más popular en San Marcos, recuerdo que una promoción donó una colección de sus textos a la Facu con el dinero de una parrillada o rifa, cosa que muchos agradecen.
Uno puede elegir varios tópicos de su obra para recordarlo, a mi me intriga hasta ahora y me gustaría ahondar más sobre el desarrollo y origen de los procesos psicológicos superiores (PPS) y su teoría histórico cultural; en resumen (y sin palos que escribo esto de memoria), para que cada uno de estos PPS como el lenguaje, el pensamiento o la escritura, fuera a desarrollarse, el sujeto necesitaba de un contexto social del cual adherirse para poder desarrollarlos; uno no empieza a escribir o leer porque simplemente te lo enseñen, te lo enseñan y aprendes porque es parte de una cadena de acontecimientos en tu vida que se vuelven parte de ti, en tu casa, con tu familia, con tu pasado y futuro. Si no aprendías a hacerlo, no era necesariamente por que eras malo, sino porque en tu medio no existen las condiciones para que puedas internalizar lo valioso de leer.
(me he comido cuatro palabras: herramienta, signo, ontogenético y filogenético).
Aplicaba esta idea a la discapacidad, el niño ciego o sordo no tiene problemas algunos, los problemas son producto de nuestra incapacidad como sociedad para adaptarnos unos a otros.
En el tiempo he leído algo más o algo menos sobre su vida y obra, pero me encantó encontrar el buen blog de Efraín Aguilar, que recomiendo con todo el corazón. Su obra y lo que escribieron o escriben siempre será bienvenido.
Lev para todo el mundo, un Mozart que sigue sonando tan clásico tan actual…tan inspirador.