Hace muuuchos años, en mis estudios de pregrado, el término «Acreditación de la calidad» empezaba a sonar por las universidades, por el 2003 empecé a ver algunos afiches en mi universidad sobre un evento internacional que organizaba la recién conformada oficina de calidad de San Marcos. Curiosamente ese mismo semestre empecé a realizar prácticas en la oficina de calidad de la UNI, una experiencia inolvidable, ya que el tema si bien es cierto provocaba curiosidad, en su mayoría provocaba rechazo.
Las 3 universidades nacionales: San Marcos, la UNI, y la Agraria se encontraban en pleno proceso de integración mediante una Alianza Estratégica que provocó que los 3 jefes de calidad se conocieran y empezaran a provocar esfuerzos conjuntos; no era fácil concordar en un tema nuevo, reuniones para debatir para soñar, para definir estándares, criterios, indicadores.
Una época de locos.
Sólo pocos se metían en el tema, sentido de la oportunidad, alto riesgo, una intuición de que algo se estaba cocinando propició que algunos docentes (contados con los dedos) se metieran en el tema.
Por otro lado, las Universidades de Lima, Cayetano Heredia, la PUCP estaban realizando un proceso similar de integración y de evaluación de calidad, su libro: se convirtió en un pequeño boom para aquellos que querían conocer del tema (pocos lamentablemente).
Unos años vertiginosos para poca gente, pero que son la base de días como este en el cual se asoma al fin los resultados de los procesos de acreditación en el Perú. Una breve historia para un futuro que debe ser mejor que este.