Ya salió publicado el último número de la Revista Electrónica Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación (REICE), volumen 5 número 3.
Uno puede predecir la calidad del material desde la reveladora editorial de Javier Murillo y Ricardo Cuencam. Y para que se den una idea he copiado los tres primeros párrafos.
A pesar de que conseguir una Educación de Calidad se ha convertido en el mayor anhelo de los sistemas educativos en la actualidad, aún tenemos una vaga idea de lo que ese concepto significa. Millones de palabras vertidas en todo el mundo para intentar aproximarse a tan escurridiza idea, cientos de miles de decisiones tomadas con el exclusivo objetivo de acercarse a una educación de calidad, y no nos hemos puesto de acuerdo en qué significa. Con ello, no sólo nos sentimos incapaces de valorar los alcances, o los pasos dados, sino que incluso se permiten acciones social, política y técnicamente deplorables sólo por estar amparados bajo esas ambiguas palabras.
Y, en ese contexto, es de alabar que una institución con el prestigio intelectual y ético de la UNESCO se haya puesto el mono de trabajo, y nos haga una propuesta de lo que es una Educación de Calidad. Y lo hace, en primer lugar, enmarcada en su más pura tradición institucional: entender la Educación como un Derecho Humano fundamental. Algo tan sencillo y tan de sentido común que, sin embargo, rompe con muchos de los planteamientos de gobiernos y organizaciones nacionales e internacionales: la educación es un derecho humano fundamental y un bien público irrenunciable. Ello implica que no puede ser considerada como un mero servicio o una mercancía negociable, sino como un derecho que el Estado tiene la obligación de respetar, asegurar, proteger y promover. Los servicios pueden ser diferidos, pospuestos y hasta negados, mientras que un derecho es exigible y justiciable por las consecuencias que se deriva de su violación o irrespeto.
Y lo hace, además, con un importante esfuerzo de concreción. Presenta una propuesta en el que incorpora en el concepto de Calidad de la Educación cinco dimensiones esenciales: equidad, relevancia, pertinencia, eficacia y eficiencia, señalando explícitamente que la ausencia de alguna de ellas determinaría una concepción sesgada de este concepto. …Más
Lo que sigue es la presentación del documento de OREALC/UNESCO y un interesante debate alrededor del mismo. Por suerte hay algunos días libres por fiestas patrias, así que aprovecharé para leerlos.
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