De estudiante dudaba del éxito de una educación para la ciudadanía, pero más que el éxito, dudaba de las intenciones de esta. Mis preguntas eran: ¿Quién o quiénes definen las competencias ciudadanas que un alumno deberá lograr?; y se asociaban en mi memoría los capítulos de 1984 y Un mundo feliz.
Debo admitir mi paranoia juvenil con respecto a este tema, pero a veces la educación puede convertirse en un gran panfleto ideológico. Volviendo al tema de la educación ciudadana, con el tiempo a mis dudas acerca de las buenas intenciones se han añadido otras más:
- ¿Son eficaces estos programas?
- ¿Hay investigaciones que las respaldan?
- ¿Cada cuánto se revisan los contenidos que le dan forma a los derechos y deberes ciudadanos?
- ¿Se pretende que esta educación sea global incorporando los derechos humanos como una propuesta universal, cómo conciliar estos con aquellos valores ciudadanos de una región en particular?
- ¿Cómo evaluaríamos estos programas?
Escribo del tema porque REICE acaba de publicar su último número monográfico dedicado a este tema, en ella a manera de introducción Alejandra Navarro nos dice:
Educar para la ciudadanía, implica el aprendizaje de los derechos y deberes de los ciudadanos, el respeto de los valores democráticos y de los derechos humanos, así como la importancia de la igualdad, la solidaridad, la tolerancia, la colaboración y la participación en una sociedad democrática y la justicia social. Es un medio de preparar a la infancia y a la juventud a ser ciudadanos responsables y activos y debe ser fomentado desde edades tempranas.
A leer:
Monográfico: Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos en América Latina y Europa
Julio, Ahorita mismo te enlazo a mi blog. Buen dato nos pasas. ¿Pero que dudas son esas? La educación ciudadana puede evaluarse tanto como las matemáticas o la lectura. Solo que de manera distinta, por supuesto, y siempre con menor «certeza» y mayor grado de probabilidad. Aquí se cometió un error, me parece, cuando se quiso meter la evaluación nacional de formación ciudadana 2004 en la camisa de fuerza del modelo Rash que no le calzaba en absoluto. Recuerdo que lo señalé en la UMC pero simplemente no me hicieron caso en ese momento (creo que han reconocido el error tardiamente). En otros países hay mucho avanzado en esta area y nadie duda de que sea un area susceptible de ser medida. Pero hay que ser creativos en la manera de evaluarla. En lo que si te doy la razón es en que es compleja… no se puede abordar si no es desde una perspectiva interdisciplinaria.
Julio,
recien veo lo que has puesto en el enlace «panfleto ideológico». Te doy la razón. Pero eso no es educación ciudadana. Es adoctrinamiento.
Susana, a modo de respuesta escribiré otro post sobre lo polémico que es este tema, y no me refiero a Venezuela o cualquier otro país con tintes autoritarios; sino a uno democrático: España.