Yuja Wang en Lima

Entre las numerosas experiencias que deseaba vivir, asistir a un recital de piano figuraba como una asignatura pendiente en mi lista de actividades. A pesar de mi afición ligera diría por la música clásica y mi admiración particular por el piano, curiosamente, nunca había tenido la oportunidad de disfrutar de un espectáculo dedicado exclusivamente a este instrumento. Mi entusiasmo por compositores de la talla de Chopin, Liszt y, más recientemente, Rachmaninoff, contrastaba con esta ausencia de experiencias musicales.

(Mi afición por el piano se inicia con Chespirito)

De manera inesperada, mientras navegaba por YouTube, me topé con un video sobre Yuja Wang que capturó mi atención inmediatamente. La pasión y el detallismo con que la pianista se interpretaba me dejaron con una gran curiosidad por más. Aquel descubrimiento me impulsó a escuchar más de ella, buscando sus grabaciones en YouTube y Spotify.

(Una buena presentación)

Fue apenas unos meses después, quizás gracias a la habilidad orwelliana de Facebook para detectar nuestros intereses a partir de lo que vemos y escuchamos, cuando me encontré con una foto que anunciaba la llegada de Yuja Wang a Lima. Increíble, unas semanas escuchandola y ya estaba cerca a nosotros lo que me llenó de un gran entusiasmo; sabía que no podía perderme la oportunidad de escucharla en vivo , así que desde febrero, mantuve una vigilancia constante sobre la página web del evento, actualizando la página repetidamente hasta que finalmente se anunció la venta de entradas. Tras asegurar mis entradas, solo me quedó esperar con la anticipación de un fan para escuchar al fin en vivo a una de las mejores pianistas.

El 10 de marzo, Yuja Wang ofreció su concierto en Lima, Perú, haciendo su entrada con un deslumbrante vestido de lentejuelas plateadas sobre un fondo negro, y calzando unos impresionantes zapatos de tacón aguja de más de 10 cm. La velada comenzó con una interpretación armoniosa y delicada de Bach, marcando el tono con su exquisita armonía. Posteriormente, Wang desplegó toda su técnica con una interpretación magistral de Shostakovich, un preludio grandioso que subrayó la magnitud de su talento y que prepararía para la segunda parte.

(Un intermedio de 15 minutos, comprar un café y un keke de zanahoria, segunda llamada)

Tras un intermedio, durante el cual la atención en el cafetín resultó decepcionante no por falta de cortesía sino por la limitada oferta de productos, la segunda parte del concierto se centró en Chopin, el plato fuerte de la noche. Fue una experiencia muy personal presenciar en vivo a una de las concertistas más destacadas del mundo interpretando la obra de uno de los más grandes compositores para piano en la historia. Cada balada, con su estilo, su maestría, cada tempo, cada nota como lo había escuchado tantas veces.

NO puedo dejar de mencionar entre todo el repertorio  de Chopin, especialmente su balada 2 en g menor, una exquisitez escucharla en vivo por primera vez, si han visto animes con Lie in April o Piano Forest pueden imaginarse lo que sienten los espectadores, me sentía asi evocando ideas, emociones colores, recuerdos, etc en cada nota del piano. Cada pisada, ahí me quedé pegado a la silla escuchando y copiando lo que tocaba con mi memoria, increíble.

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