Hace unos meses unas amigas vieron a Bryce Echenique comprando pan en Miraflores.
-¿Y no le dijeron nada?
– pobre viejito, estaba con su pan. No le ibamos a incomodar.
En mi caso, me hubiese acercado y le hubiese pedido un autográfo o un pan de souvenir. Ese viejito escribe tan bien y es tan gracioso en sus obras que resulta familiar.
El domingo este viejito familiar ha escrito un artículo en el Comercio sobre la Educación, me agrada muchísimo que se levanten voces de atención sobre el tema. Como él mismo dice, raramente se notan titulares acerca del tema.
Acá la nota: La educación en ruinas
aggg… a eso se llama plagia.
Bryce es un sinverguenza porque lo de borrachin se le perdona pero de plagio a estas alturas … que asco
LO QUE ESTA EN RUINAS ES LA MORAL DE BRYCE, BORRACHETE Y COPION