Es un comentario que repite constantemente Oppenheimer para expresar las preferencias de México y Argentina por una carrera en comparación con la otra. En nuestro país la expresión podría ser «más abogados que ingenieros» El asunto que viene de atrás. ¿A cuántos alumnos de primaria les agrada postular a carreras estigmatizadas por las matemáticas? ¿A cuántos les agrada las matemáticas? Con ello se desperdicia un buen número de probables ingenieros, para acabar en carreras de ciencias sociales o humanas. No es desmerecer estas carreras, pero la gran cantidad de recursos naturales con las que cuenta nuestro país necesita de carreras productivas, y aunque tengamos a Vargas Llosas o Bryces en vez de más ingenieros, seguiremos produciendo más fantasias pero menos valor agregado.
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