Ocurrió hace miles de años, cuando un pequeño e indefenso ser humano descubrió por casualidad que las pepitas del fruto que comía junto a su horda y que caían a la tierra podían crecer en el suelo y ofrecer otra planta similar.
Mientras todos los demás miembros de la horda se esmeraban cazando venados y elefantes para su manutención, o caminando kilómetros en busca de nuevas plantas y frutos, este casual descubrimiento poco a poco iría adquiriendo importancia.
Así que en una reunión del grupo, este observador planteó la necesidad de enseñar a las mujeres y niños esta nueva forma de "hacer plantas", así mientras los varones cazaban, las mujeres y niños aprenderían algo nuevo y que en el futuro haría más duradera la comida, evitando desplazamientos y fatiga.
Pero no le hicieron caso, era un desperdicio de tiempo, a los niños había que enseñarles a cazar y cuidar la cueva, para ello se debería continuar enseñando en las paredes de la cueva, en donde se mostraba el arte de la caza y la guerra. Lo otro era inútil, puesto que las plantas pueden encontrarse en todo el joven planeta y nunca se acabarían.
El indefenso humano aceptó las razones de los miembros de la tribu, muchos más grandes y fuertes que él, más hábiles para la caza y para la defensa del hogar. Pero siguió observando.
¿Y si ya no cazamos animales?, podemos atrapar los huevos o a las crias y en vez de comérnoslo, podemos criarlos y matarlos luego cuando sean más grandes, así ya no cazaríamos. Podemos enseñarle esto a los más chicos.
Pero otra vez fue ignorado, es tonto, jamás los animales vivirían con la gente y los que lo hacen son muy pequeños para saciar el hambre. Debemos especializarnos en construir mejores armas, trampas, prepararnos para pelear con otras hordas que también cazan, etc.
Poco a poco, la horda desaparecería. Los cazadores morían, los niños también debido a las grandes caminatas que tenían que hacer por nuevos frutos, las pocas mujeres que quedaban iban a la caza y morían también. La tierra en donde habitaban cambiaba de condiciones: a veces llovia, a veces no, a veces crecia plantas en abundancia, en otras no se veía ni una raíz. A caminar y caminar que encontrarían algo nuevo.
Hasta que descubrieron una población rodeada de plantas y animalillos en sus casas (ya no cuevas), sus miembros que aún seguían cazando también habian aprendido a domesticar plantas y animales para su uso. Y se les enseñaba a los demás a hacerlo.
La primera reforma curricular de la hitoria cambiaría el sentido de la humanidad, el hombre se convirtió en sedentario.