En la mañana de hoy cayó la bolsa de valores de Lima, sus causas, consecuencias y posteriores efectos fueron discutidos por las redes sociales que le atribuian a los resultados de las últimas elecciones.
Y ayer mientras miraba los reportes de la ONPE, me puse a repasar matemáticas con Claudia y para mi sorpresa descubrí que a su quinto grado ya le estaban enseñando la lógica detrás de las potencias y raices cuadradas. Recuerdo que esos temas los descubrí en secundaria, acabado el primer año mientras en nuestra aula afianzábamos recién la división entre números naturales.
Claudia está en la escuela privada, a diferencia mía que hice 5to, 6to grado y toda la secundaria en el sector público. No es bueno comparar, tal vez siempre fue así y recién descubro estos contenidos curriculares, pero me viene a la mente cuando escucho con pánico a la gente replicar las noticias de «lunes negro» con toda la autoridad del mundo.
Según recuerdo la gran mayoría de escolares peruanos a los 15 años no tiene una clara comprensión de las matemáticas, esto podría incluir razonamientos financieros (aunque la OCDE evaluará estos conocimientos en las siguientes pruebas internacionales). Y es lógico establecer la relación entre las matemáticas y la economía, por lo que el pánico es comprensible.
Y es razonable que la gran mayoría de peruanos no entendamos los principios económicos que rigen la Bolsa de Valores ni sus implicancias en nuestras vidas, lo mismo cuando un candidato promete alegremente reducir el precio del balón de gas, o otorgar una pensión gratuita, tampoco cuando hacemos menciones numéricas como trescientos mil esterilizaciones forzadas, o sesentaynueve mil muertos durante la guerra contra el terrorismo. O más cotidiano, cuando hablamos de reducir 1 o 2% de los impuestos.
Y es que el Perú no sólo es un pais iletrado o analfabeto, somos además y principalmente un país anumérico (palabreja que leí en El Pais), date una vuelta al mercado del barrio y casi todos tus caseros usarán una calculadora para sumar, multiplica o dividir. Pregúntale al preocupado por la Bolsa de Valores como opera y verás, anda respóndete a cuanto equivale el 18% del IGV de tu kilo de azúcar.
Hace 20 años que estamos en piloto automático en el sector económico y funciona, el mercado no necesita de manos externas. En el sector educativo estamos casi igual «en automático», pero mal mal mal. Necesitamos manos que tomen este sector, en estos gobiernos autoritarios y frívolos no han funcionado sino para seguir abajo del promedio, prueba suficiente para intentar otra cosa, otra solución, fuera de las manos estatales que posibilite que los niños de ahora puedan calcular las futuras promesas electorales sin temor.
Mientras esto suceda iré a repasar el tema: ¿Cuánto es 2 elevado a la cero potencia?