Nunca se inicia bien un día cuando te cuentan la partida de un ser querido, hoy me avisaron temprano sobre la muerte de Fernando Donayre, una persona excelente que le enseño mucho a todos los que compartieron momentos académicos y de vida con él.
Fernando Donayre estudió de joven en la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica, joven se fue a Lima a trabajar en la Universidad Cayetano Heredia que luego de fundada empezó a buscar a jóvenes profesionales que forjaran una identidad propia al proyecto de carrera de Estomatología de la Cayetano. Así dentro de la Universidad empieza a enseñar y como parte del programa de perfeccionamiento se va al extranjero a estudiar su posgrado.
El Dr. Donayre tiene una presencia importante en la formación del odontólogo en el Perú, hasta el último momento estuvo implicado en la elaboración de normas para evaluar las competencias de sus futuros colegas compartiendo mesa en la Comisión de Alto Nivel que se formó en el CONEAU.
Pionero en muchos temas, supongo que miraba con emoción un nuevo tema o tendencia universitaria, conciente de la importancia para la mejora de la calidad bregó por la acreditación de su facultad ante el CNA de Colombia, la primera acreditación de calidad internacional que se dió en el Perú y que animó al resto de universidades y carreras por realizarla.
Fue valiente, los que lo conocieron pueden dar fe de ellos, y por eso quiso ser el primero a fin de abrir camino, y así se fue, dejando caminos por andar, dejando lecciones aprendidas en la gestión de calidad en cada rincón del país, tema gracias al cual lo conocí y de quien aprendí mucho (sobre todo a manejar con criterio a los docentes reaccionarios).
Se fue y deja mucho por seguir haciendo, el mejor homenaje es seguir trabajando bajo el camino trazado y mejor aún trazar nuevos, grande Fernando!
P.D.: Creo que tengo ese mal tino para elegir momentos y la despedida es uno de ellos, no pude hacerlo en vida, supongo porque tenía la esperanza de volverlo a ver en alguna conferencia, como siempre.
Richard Torchiani escribe un homenaje, también el CONEAU donde colaboró mucho, y la UPCH donde dejó un gran legado.
Un gran profesional, tal como lo mencionas deja un camino con grandes huellas. Saludos