Castañeda (nuestro alcalde diazepan) hace unos días le tiró la pelota de las revisiones técnicas al Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Cosa similar está sucediendo con la responsabilidad de los resultados de la reciente evaluación docente, para algunos los culpables son los centros de formación (universidades e institutos), para otros es el Estado y para los demás el SUTEP. Típico juego de la pelota que no favorece para nada a los miles de niños peruanos que reciben la educación estatal.
Personalmente no puedo decepcionarme de los resultados de una evaluación como esa (y cuyos detalles desconozco). Eso si, sigo creyendo que el tipo de evaluación a lápiz y papel es insuficiente y engañoso, ya que sólo evalúa al docente tomando en cuenta sus conocimientos y no sus competencias.
Ni el 5% de aprobados debería ser una garantía para la enseñanza, estos resultados deben complementarse con otras formas de evaluación que permita conocer el desempeño futuro del docente en el aula.
Pero ¿cómo? Mediante una evaluación por competencias, método que se utiliza en casi todas las evaluaciones de personal y que a mi entender puede reflejar mejor el desempeño del docente. Pensé que los chicos de ESAN sabían del tema (tienen una maestría al respecto), pero en este caso sólo fueron unos eficientes servidores de los requerimientos del MED.
Por ahora, nuestro ministro piensa contratar a los docentes desaprobados y seguro que los primeros puestos visitarán palacio, mientras tanto nosotros volveremos a levantar nuestras indignantes miradas hacia el picapiedra de nuestro alcalde que recién empieza a descubrir luego de muchos años que Lima tiene huecos y baches que reparar.