La revolución de los pingüinos

Los escolares chilenos son conocidos como los pingüinos por los colores de sus uniformes escolares: el azul y el blanco. Estos pingüinos han puesto de cabeza a la presidencia de Michelle Bachelet, el gran paro supera a la realizada muchos años antes contra el proyecto educativo de Salvador Allende (Escuela Nacional Unificada).

Los resultados educativos de Chile a nivel internacional(UNESCO o PISA) no han sido muy favorables para el país mapocho, tampoco lo han sido para el resto de países latinoamericanos. Las evaluaciones nacionales que ellos realizan sólo han confirmado el problema educativo y sus implicancias sociales. Es tiempo de reformas se dicen los que están en el gobierno, de reformar a la reforma como expresa Brunner. Pero la demanda principal de los chicos radica en la gran ineficacia del sistema educativo para reducir las desigualdades sociales. Chile es un país con una gran desigualdad en sus ingresos (57,1 según PNUD), esto tiene mucha relación con un crecimiento económico que favorece a una minoría de la sociedad sin preveer el crecimiento sostenido de la mayoría de las personas. Y una educación que no exige aprendizajes, le resta oportunidades a los chicos de menores ingresos, porque para ellos la escuela es el único camino para el desarrollo.

Un país que no se compromete a promover una educación de calidad para su gente, tiende a perder todo lo conquistado en materia institucional y económica en el futuro, puesto que el crecimiento económico sólo se convertiría en un espejismo producto del aprovechamiento inmediato de los recursos naturales y no de los recursos humanos, que al final de todo es la verdadera semilla para la riqueza de las naciones.

Así que salir a las calles para plantear mejoras a la educación es algo que debe provocar un gran optimismo y una gran oportunidad para aprender y enseñar que son las formas democráticas y la negociación política (en su buen sentido) la que puede resolver los problemas a mediano y largo plazo, y que la indignación legítima que pueda causar un injusto sistema educativo debe convertirse en una constante. Estos pingüinos, hijos de la democracia y de diferentes cunas ideológicas ya han escrito el axioma para este nuevo siglo: la educación de calidad debe ser para todos.

Sin embargo algunas demandas escolares son algo discutibles:
LOCE.- La ley orgánica de constitución de la educación, publicada en los últimos días de Pinochet y que limita las funciones del Estado en materia educativa al proponer sólo contenidos mínimos, esto incluye la municipalización de la educación. Los chicos piden que se derogue y que se ponga fin a la municipalización de la enseñanza volviendo el Estado a asumir sus funciones de antaño. La municipalización es inceficiente porque repite los vicios de la gestión estatal, al evitar darle la autonomía a los padres y directores de los colegios en el manejo de los recursos, además los recursos entregados a los gobiernos locales han resultado insuficientes, habiendose generado municipios con mejores escuelas que otras gracias a su nivel de recaudación autónoma aumentando así la brecha. Pero volver a un modelo anacrónico y centralizado de gestión por parte del ministerio no sería la solución adecuada al problema planteado, se requiere creatividad para darle mayor capacidad de gestión a las escuelas, un sistema de «rendición de cuentas» a las mismas y una desigual distribución de los recursos económicos priorizando las zonas más pobres.

PSU.- Prueba de selección universitaria. Algo curioso es que han planteado que la PSU sea gratuita hasta en 2 oportunidades, aceptan el PSU como el sistema de calificación post-secundario pero quieren que todos pasen por este tamiz de manera gratuita. Al igual que el pasaje escolar (piden gratuidad del pasaje), el tema se ha derivado hacia el coste de oportunidad, por lo que a corto plazo se ha planteado las becas a la población con menores recursos.

La presidenta chilena conforme a estas exigencias ha planteado algunos cambios, sin embargo ha enfatizado que algunas exigencias no pueden ser atendidas, igual parece que los escolares van al paro este lunes. Viendo como está la situación educativa en nuestros países, el grito de los pingüinos podría convertirse en uno latinoamericano.

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1 comentario en “La revolución de los pingüinos”

  1. Fin a la municipalización de la educación y al lucro.
    La educación es un componente esencial para alcanzar un nuevo desarrollo social que tanto demandamos en las calles los diferentes grupos y organizaciones sociales que esperan un nuevo modelo de educación que permita superar las escandalosas brechas de desigualdad que las cuales convivimos en nuestra cotidianidad. Planteamos la necesidad de recuperar la educación como un derecho social y humano universal, que debe ser garantizado por la Constitución Política de Chile, poner fin a la municipalización y que este nuevo modelo esté estructurado en base a un nuevo Sistema Nacional de Educación Pública, Gratuita, Democrática y de Calidad organizado y financiado por el Estado en todos sus niveles.

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