Yo estudié Psicología en San Marcos, pero cuando llegué a los últimos años de la carrera comenzé a ver más allá de sus paredes y a encontrar a diferentes psicólogos y psicólogas, los mismos que me ayudaron a forjar una identidad profesional.
Y rápidamente me la formé como educacional, gracias entre otras personas a Aníbal Meza, Lupe García, Norma Reátegui y Cecilia Thorne. A algunas de ellas las tuve como docente, a otras las escuché o leí y con algunas pude compartir una mesa de trabajo lo que me llena de orgullo.
Un escrito sobre la Psicología Peruana y particularmente de la psicología educacional deberá mencionar a Cecilia Thorne, una de las psicólogas más importantes del país, tanto como profesional y docente lideró la formación de psicólogos en la PUCP por muchos años y le impregnó de ese aire científico y metodológico que la caracteriza. Tuve la suerte de escucharla meditar sobre la formación del psicólogo y su preocupación era sincera al respecto tratando de integrar a las demás carreras del Perú, su amor especial a la psicología educativa la hacía defenderla con toda su sapiencia.
Un gran aporte interdisciplinar fue el haber incursionado en la gestión universitaria. Ella fue una de las primeras (creo que la primera) directora de DAPE, la unidad de planificación y evaluación de la Cato. Ahí junto a jóvenes profesionales de las ciencias sociales realizó una labor importante que tuvo como frutos la evaluación institucional de la universidad privada más importante del país. Y no es poca cosa considerando esos tiempos, en los cuales la resistencia para el cambio era mayor y los modelos y procedimientos para evaluar la gestión de una universidad aún eran escasos en nuestra región. La Dra. Thorne fue la pionera en este trabajo y queda constancia en los diferentes informes y memorias, además del plan estratégico que la Universidad implementó en su momento.
Fue además una de las promotoras de la acreditación en el Perú, un clásico artículo sobre el tema nos refleja su interés por convertir la PUCP en la universidad que encabezaría el tema. Un claro homenaje el reconocimiento por parte de la agencia de acreditación CNA de Colombia a la carrera de sus amores, lo que resalta la labor que han hecho en estos años.
Aparte de su trayectoria profesional en el área de la psicología del desarrollo en la que destacó presidiendo la Fundación ANAR, legó a los futuros psicólogos la oportunidad de trabajar en el área de la calidad y evaluación educativa: el énfasis en la medición, diagnóstico, intervención y prevención de la que hacemos gala en nuestra formación podía adaptarse fácilmente para analizar a las instituciones educativas, creando instrumentos, validando metodologías, ayudando a generar planes de mejora, etc. Qué mejor profesional que el psicólogo con una sensibilidad especial para ver a la institución más allá de sus entramados procesos como para evaluar a lo más importante de una institución, a sus personas, a sus relaciones.
Personas como Cecilia dejan huella, ella es un punto obligado para construir una historia de la psicología peruana que si bien tiene ya 50 años, sigue en el camino de convertirse en un carrera útil a la sociedad, tiempo ha pasado para que nos miren con respeto en las diferentes esferas laborales y la Dra. Thorne gracias a su ímpetu y coraje contribuyó mucho en ello.
En San Marcos tenemos la costumbre de ponerle nombre y apellido a nuestras aulas y laboratorios, sin duda ella amerita un lugar en nuestras paredes a modo de homenaje.